Hoy, gracias al alcalde del Donadío, conseguimos traer la mesa de ping pong al colegio. Llevaba tiempo , olvidada y sola, en el salón de actos del pueblo. Julián se encargo de transportarla y también de darle un repasito pues estaba algo deteriorada.
Cuando la vieron los chiquillos, se alegraron, estaban impacientes por jugar. Hoy mismo querían estrenarla, ni siquiera se pararon a pensar que no había ni raquetas, ni pelota. Como no era posible, ellos mismos crearon la lista de espera para el lunes, los de secundaria debemos tener preferencia decían los mayores. No, nosotros estábamos aquí antes decían algunos pequeños, mejor por sorteo, dijeron los últimos en llegar.
Entre unos pocos metimos la mesa en el almacén de material deportivo. Cuando la vimos plegada en el fondo, nos dio la impresión de ver a la mesa como más repuesta, más derechita, contenta incluso, no sabemos si por su reciente reparación o por saber que pronto volvería a ser útil y cumplir con el objetivo para el que fue creada y seguramente adquirida, que los niños jueguen con ella, que practiquen deporte, que se diviertan, que se muevan, servir de alternativa a prácticas de ocio infantiles tan extendídas y sedentarias como la “play,” la “game” o el mesenger e incluso a competidores tan fuertes como el futbol o el baloncesto.
El lunes cuando lleguemos, con un trapo húmedo le daremos una buena limpieza, la trataremos bien y le diremos bajito al oído (junto a la red) que estamos encantados de tenerla entre nosotros, que le esperan buenos tiempos; y si no llueve, la sacaremos al patio y jugaremos nuestras primeras partidas.
http://www.youtube.com/watch?v=A8IVASo0umU&feature=related
Cuando la vieron los chiquillos, se alegraron, estaban impacientes por jugar. Hoy mismo querían estrenarla, ni siquiera se pararon a pensar que no había ni raquetas, ni pelota. Como no era posible, ellos mismos crearon la lista de espera para el lunes, los de secundaria debemos tener preferencia decían los mayores. No, nosotros estábamos aquí antes decían algunos pequeños, mejor por sorteo, dijeron los últimos en llegar.
Entre unos pocos metimos la mesa en el almacén de material deportivo. Cuando la vimos plegada en el fondo, nos dio la impresión de ver a la mesa como más repuesta, más derechita, contenta incluso, no sabemos si por su reciente reparación o por saber que pronto volvería a ser útil y cumplir con el objetivo para el que fue creada y seguramente adquirida, que los niños jueguen con ella, que practiquen deporte, que se diviertan, que se muevan, servir de alternativa a prácticas de ocio infantiles tan extendídas y sedentarias como la “play,” la “game” o el mesenger e incluso a competidores tan fuertes como el futbol o el baloncesto.
El lunes cuando lleguemos, con un trapo húmedo le daremos una buena limpieza, la trataremos bien y le diremos bajito al oído (junto a la red) que estamos encantados de tenerla entre nosotros, que le esperan buenos tiempos; y si no llueve, la sacaremos al patio y jugaremos nuestras primeras partidas.
http://www.youtube.com/watch?v=A8IVASo0umU&feature=related
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