El pasado jueves, a la hora del recreo, llegó el vehículo del ayuntamiento de Úbeda, encargado de recoger a los perros abandonados y en él se llevaron a Boby y a Canela.
Manolo, Jessy, María José, Sara y algunos chiquillos más, los despidieron con tristeza, aunque nos dijeron que estarán bien atendidos, aseados, despojados de garrapatas, alimentados y que como son tan dóciles, listos y cariñosos, seguro que tendrán la suerte de que alguien los adopte y lleven una vida feliz.
!Suerte queridos¡
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