domingo, 13 de febrero de 2011

14 DE FEBRERO.




14 de febrero, día de los enamorados en España y del amor y la amistad en Hispanoamérica, fue señalada como día de fiesta cuando el calendario Católico Romano dedicó esa fecha para recordar a dos santos cristianos, uno de ellos San Valentín, martirizado por el emperador romano Claudio II.
La historia detrás nos dice que San Valentín fue sacrificado por casar a parejas aún cuando el emperador lo había prohibido. Al parecer, el mandatario romano pensaba que los soldados casados no eran tan eficaces como los solteros. Con el paso del tiempo y a través de los siglos se han creado infinidad de leyendas y tradiciones y el día de San Valentín es en la actualidad una fecha dedicada a demostrar afecto a nuestros seres queridos.

En nuestro colegio, como viene siendo tradición, aprovechamos este día para el intercambio de cartas de amistad, depositándolas en nuestro bonito buzón de San Valentín y después haciendo su reparto. Es una manera de acercar más a los alumnos, de fomentar su amistad. Una de otras actividades que a lo largo del curso se desarrollan para mejora de la convivencia.
Por otro lado, bien es cierto que este día no debería quedar reducido a uno sólo al año y hay muchas formas de demostrar nuestro aprecio, amor, cariño… día tras día, de manera sencilla, y, por supuesto, sin tener que caer en el consumismo incitado por intereses comerciales.

CLAVOS EN LA PUERTA

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia debería clavar un clavo detrás de la puerta. El primer día el muchacho clavo 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta. Con el tiempo, descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta. Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.

Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada vez que pudiera controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta. El padre, le dijo: has trabajado muy duro hijo mío, pero mira todos esos hoyos detrás de la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que ves aquí. Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como lo digas lo devastará y la cicatriz perdurará para siempre.
Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están presentes para abrirnos su corazón. Cuídate de no dañar a tus seres queridos.
Encarni

No hay comentarios:

Publicar un comentario