Con frecuencia les comento a mis alumn@s la importancia que tiene hablar correctamente en público. A todos ellos, al igual que a nosotros se les presentará en la vida numerosas ocasiones y situaciones en las que no tenemos más remedio que expresarnos en público, algunas pueden ser muy básicas: hablar en la comunidad de vecinos, expresar unas palabras de agradecimiento en un acto familiar, declarar en un juicio, una entrevista de trabajo, etc, Existen otras, menos habituales y quizás un poco más complejas, preparar un discurso, dar una conferencia, etc, etc.
Cada un@ puede tener unas cualidades que les permitan ser mejores o peores oradores, pero no os quepa la menor duda, que como casi todo, con la práctica se aprende y se mejora, y con el conocimiento de algunas técnicas y por supuesto con esfuerzo , podremos enfrentarnos a estas tareas de forma digna.
Por otra parte, la escuela y el instituto, son dos ambientes ideales para realizar ensayos, para aprender y para adquirir práctica y experiencia de manera que cuando llegue la ocasión no nos tiemblen las piernas, no nos quedemos en blanco, o nos falte la saliva. Orientaciones adecuadas, prácticas adaptadas a cada edad, ensayos, ensayos y ensayos, esa es la clave.
Realizar una exposición oral es hablar en público sobre un tema cualquiera. A veces puede ser que tengamos la información ya preparada y organizada y otras tendremos que buscarla y seleccionarla nosotros. En uno y otro caso, debemos de:
1.- Leerlo y entenderlo.
No podemos hablar sobre lo que no sabemos, desconocemos o no entendemos. Según la dificultad del texto, necesitaremos leerlo una o varias veces, buscar términos en el diccionario, preguntar dudas al profesor, acudir a internet.
2.- Estudiarlo.
Es conveniente realizar un subrayado para destacar las ideas más importantes y como no, realizar un esquema o guión en el que aparezcan las ideas principales del texto. (ambas técnicas ya las hemos visto en el blog). Ya tenemos la estructura de la exposición.
3.- Memorizar.
Memorizaremos las ideas principales y las asociaremos con las secundarias, ejemplos, anécdotas, etc.
4.- Prepararla y ensayarla.
Una vez que ya tienes organizada la exposición, a solas puedes exponer en voz alta, frente al espejo, decírsela a alguien , grabarla con un vídeo o móvil. Primero podemos ayudarnos con el apoyo del esquema. (Montaremos en bici con las ruedecitas auxiliares traseras) , después sin ayuda (como los ciclistas de verdad).
5.- Comprobar el nivel de calidad de la exposición, valorar el ensayo y corregir aquello que no esté bien.
Algunos detalles a tener en cuenta pueden ser:
- Habla lentamente, con pausas, sin aceleraciones, vocalizando.
- Observa si los gestos que acompañan a tus palabras complementan la exposición o si por el contrario la interfieren.
- Habla para todas las personas que están en la sala, no solamente a una determinada.
- Puedes servirte de recursos de apoyo que acompañen y complementen tu exposición: un esquema en la pizarra, una proyección de imágenes, mapas, dibujos, etc.
- Exprésate de forma sencilla y natural, con propiedad, pero más o menos como sueles hacerlo habitualmente.
JMM.
Cada un@ puede tener unas cualidades que les permitan ser mejores o peores oradores, pero no os quepa la menor duda, que como casi todo, con la práctica se aprende y se mejora, y con el conocimiento de algunas técnicas y por supuesto con esfuerzo , podremos enfrentarnos a estas tareas de forma digna.
Por otra parte, la escuela y el instituto, son dos ambientes ideales para realizar ensayos, para aprender y para adquirir práctica y experiencia de manera que cuando llegue la ocasión no nos tiemblen las piernas, no nos quedemos en blanco, o nos falte la saliva. Orientaciones adecuadas, prácticas adaptadas a cada edad, ensayos, ensayos y ensayos, esa es la clave.
Realizar una exposición oral es hablar en público sobre un tema cualquiera. A veces puede ser que tengamos la información ya preparada y organizada y otras tendremos que buscarla y seleccionarla nosotros. En uno y otro caso, debemos de:
1.- Leerlo y entenderlo.
No podemos hablar sobre lo que no sabemos, desconocemos o no entendemos. Según la dificultad del texto, necesitaremos leerlo una o varias veces, buscar términos en el diccionario, preguntar dudas al profesor, acudir a internet.
2.- Estudiarlo.
Es conveniente realizar un subrayado para destacar las ideas más importantes y como no, realizar un esquema o guión en el que aparezcan las ideas principales del texto. (ambas técnicas ya las hemos visto en el blog). Ya tenemos la estructura de la exposición.
3.- Memorizar.
Memorizaremos las ideas principales y las asociaremos con las secundarias, ejemplos, anécdotas, etc.
4.- Prepararla y ensayarla.
Una vez que ya tienes organizada la exposición, a solas puedes exponer en voz alta, frente al espejo, decírsela a alguien , grabarla con un vídeo o móvil. Primero podemos ayudarnos con el apoyo del esquema. (Montaremos en bici con las ruedecitas auxiliares traseras) , después sin ayuda (como los ciclistas de verdad).
5.- Comprobar el nivel de calidad de la exposición, valorar el ensayo y corregir aquello que no esté bien.
Algunos detalles a tener en cuenta pueden ser:
- Habla lentamente, con pausas, sin aceleraciones, vocalizando.
- Observa si los gestos que acompañan a tus palabras complementan la exposición o si por el contrario la interfieren.
- Habla para todas las personas que están en la sala, no solamente a una determinada.
- Puedes servirte de recursos de apoyo que acompañen y complementen tu exposición: un esquema en la pizarra, una proyección de imágenes, mapas, dibujos, etc.
- Exprésate de forma sencilla y natural, con propiedad, pero más o menos como sueles hacerlo habitualmente.
JMM.
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